Miradas

Raquel Raposo (Emakunde), Miriam Santorcuato, Conchi Martín, Elda Uribelarrea, Txaro Arteaga (Emakunde), Carolina Carazo, Pedro Madoz y Eukene de Miguel (2004)

Conchi Martín – Coordinadora Gestión y Desarrollo de Personas

A la izquierda puedes ver la primera convocatoria para el impulso de la Comisión. Tres meses más tarde de ese 16 de marzo de 2001 se registra la primera acta de OREKATUZ, la Comisión de Igualdad de EDE. Seis personas de la organización nos embarcamos en aquel viaje. De aquellas pioneras, tres no forman parte del equipo profesional actual (Eukene DM., Elda U. y Gontzal F.). Ellas no están, pero su contribución al impulso y al desarrollo, algunas durante muchos años, las hace corresponsables de la integración de nuestro compromiso por la igualdad, en lo profundo -cultura y valores- y en la superficie -procesos y herramientas- de EDE Fundazioa. Dos de aquellas seis (Esther A. y Conchi M.) formamos parte, también durante mucho tiempo, de aquella travesía, y Pedro M. es el incombustible que permanece en la tripulación Orekatuz, a veces en proa, a veces en popa, en bodega o en cabina…

¿Veinte años no es nada?

2001 no fue el comienzo. La apuesta por la igualdad tiene su origen (¡cómo no!) en nuestra Escuela de Tiempo Libre. Fue la primera en programar un curso de “Coeducación en el Tiempo Libre”. Términos como igualdad de oportunidades, perspectiva de género, mainstreaming, techo de cristal y suelo pegajoso tardaron en llegar. Pero el reconocimiento de las desigualdades entre mujeres y hombres, la inconformidad, la denuncia, la acción positiva y el compromiso con el cambio ha tenido muchos nombres. Siempre hay nombres en los impulsos, en forma de denuncia, de propuesta, de lección, de sugerencia… en esto también. Muchos, de mujeres.

Un grupo de trabajadoras formaron parte de la ceremonia en aquella botadura: el grupo María Montessori. Podemos atribuir al grupo, sin duda alguna, la iniciativa de la mirada intra organización a la desigualdad entre mujeres y hombres, y la importancia de la generación de alianzas entre mujeres para abordarlas. Hasta su desaparición compartimos propósito y repartimos, por nuestra diferente naturaleza, acciones relacionadas con la promoción de la igualdad entre los y las trabajadoras. Son propiedad intelectual de Maria Montessori el origen de nuestras campañas de 25N y 8M.

Las personas que pasaron por Orekatuz en estos veinte años, las que están, la junta de patronato, la dirección, los equipos de coordinación, el equipo de gestión y desarrollo de Personas, la técnica de igualdad (coordina la comisión), los equipos de área, Emakunde, las empresas por la igualdad, la consultoría de género, Gizardatz, el departamento de coeducación… nunca nadie hizo lo suficiente. Nunca nadie tuvo todo el conocimiento, todos los recursos, todas las iniciativas, todas las miradas. Pero todas sumaron. Algunas aportaron miradas poderosas, algunas opusieron resistencia, algunas nos dieron pistas, algunas nos enfadaron, muchas nos emocionaron, algunas nos dieron lecciones magistrales para aprender a nombrar, a mirar, a transformar… A todas ellas queremos agradecer, veinte años después (y más) nuestro recorrido para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.

Nunca tuvimos todo, ni conseguimos todo. En esta travesía Orekatuz ha sido txalupa, barco pesquero, galeón… Nunca trasatlántico, nunca barco de papel. En todas sus expresiones ha contribuido a la integración del compromiso con la igualdad. Hoy encontramos este compromiso en nuestros planes -estratégico, de gestión, de igualdad-, en nuestros valores, en los procesos de gestión de personas, en (algunos) proyectos y servicios. Hemos entrado en la academia del lenguaje de género, aprendido a poner nombre a las desigualdades, nos hemos adentrado en la corresponsabilidad y compartido conocimiento con y en nuestros equipos profesionales. En el entorno, destacamos el acompañamiento a un número significativo de organizaciones del sector y nos hemos nutrido de los aprendizajes (significativos en el grupo de empresas por la igualdad) para seguir creciendo en igualdad.

El IV Plan de igualdad, que en breve presentaremos, tiene identificados más de 40 nuevos retos. Su existencia es un indicador de la incorporación plena en nuestra identidad. Y una señal de que no logramos todo lo que nos propusimos. Además, hay nuevos puertos en Gipuzkoa y nuevas compañeras de travesía -Fundación Luz Casanova-.

En el horizonte, que se mueve (como la utopía de Eduardo Galeano) sigue vigente el propósito de aquella reunión que cumple 20 años. Hay brújula para continuar con esta apasionante travesía, para la que seguiremos necesitando tripulantes. Te esperamos.

 

Un recorrido en imágenes por los veinte años de Orekatuz: