Noelia Fernández. Consultora de Género de EDE Fundazioa
El 18 de septiembre, Día Internacional de la Igualdad Salarial, pone de manifiesto el esfuerzo continuo por lograr la igualdad salarial entre mujeres y hombres por un trabajo de igual valor. A pesar de las mejoras en la legislación, las mujeres siguen ganando menos que los hombres, revelando una desigualdad estructural alimentada por factores como la discriminación, la infravaloración del trabajo femenino, la segregación ocupacional, la escasa presencia femenina en altos cargos o las jornadas parciales más frecuentes entre las trabajadoras.
En este sentido EDE Fundazioa lleva años trabajando para romper la discriminación laboral de las mujeres en todas las facetas, entre ellas la retributiva para garantizar que nadie quede atrás. Al hablar del Día Internacional de la Igualdad Salarial hemos de ser conscientes de la realidad global y local.
Globalmente aún existen muchos países, regiones, estados… en los que a las mujeres se les paga menos dinero por el mismo trabajo, simplemente por ser mujeres. A nivel local es más complicado encontrar situaciones similares; pero eso no significa que no haya desigualdad retributiva.
En nuestro entorno más cercano la desigualdad retributiva se esconde bajo parámetros más sutiles: mayor porcentaje de mujeres con jornadas reducidas, mayor precariedad de los contratos de mujeres, mayor limitación de complementos salariales, dietas e incentivos en mujeres, distribución sesgada de los puestos de responsabilidad…
Salario y retribución parecen iguales, pero no es lo mismo. La retribución incluye todos aquellos conceptos extrasalariales que la empresa negocia con cada persona (complementos especiales, dietas, coche de empresa, incentivos por logros o beneficios, regalos de navidad…). Como tampoco es igual la duración de los contratos y el reparto de la jornada laboral entre hombres y mujeres.
En lo local, si miramos el salario base hora, es extraño encontrar grandes discriminaciones, pero cuando miramos la retribución anual completa, vemos que el poder adquisitivo de las mujeres sigue siendo inferior.
Seguimos teniendo razones para celebrar el Día Internacional de la Igualdad Salarial. Sigue existiendo desigualdad salarial y retributiva en lo global y en lo local. En las empresas, siguen existiendo desigualdades entre hombres y mujeres. Y no todas son salariales o retributivas…