Miradas
Marga Patino – Equipo coordinación Mayores y familias cuidadoras. EDE Suspergintza

 

Momento de héroes y heroínas de a pie, sin poderes mágicos ni armas poderosas, pero con la fuerza que les da el deseo de querer cuidar a sus seres queridos.

Desde el comienzo de esta batalla contra el COVID-19, han surgido innumerables “Héroes y Heroínas” que desde diferentes sectores han ido combatiendo los problemas ocasionados por el virus: sector sanitario, sector transporte, sector comercial, etc.

Me gustaría aprovechar este foro para hablar de otros héroes y otras heroínas, las personas cuidadoras en el entorno familiar. Personas que habitualmente cuidan de sus familiares o amistades con alguna enfermedad, o esas otras, que debido al estado de alarma y confinamiento, se han hecho cargo de amigos, amigas, familiares dependientes, etc.

La labor que realizan todas ellas no es sólo un acto de amor y solidaridad hacia las personas dependientes a las que cuidan, sino que además realizan una labor inmensa en nuestra sociedad, ya que asumiendo el cuidado de sus familiares dependientes, están dando una respuesta a una necesidad social, además de evitar con ello un mayor coste económico al estado.

En estos momentos, todas las personas vivimos situaciones difíciles en el día a día, ya que estar encerradas en casa provoca cambios de rutinas, actividades y hábitos en general que, en determinadas escenarios, se hace particularmente complejo. Te propongo que juguemos a “cambiarnos los zapatos”, y nos pongamos en los de quien cuida de una persona en situación de dependencia, a la que además de los cambios mencionados añadimos otras consecuencias del estado de alarma sanitaria que estamos viviendo, entre ellas:

  • El cierre de centros de atención diurna conlleva un mayor tiempo e intensidad de cuidado en el hogar al convivir con la persona dependiente durante las 24 horas. Esto puede provocar que aumente el nivel de sobrecarga de las personas cuidadoras, debido a que ya no disponen de un tiempo para el respiro o la realización de otras tareas no vinculadas al cuidado.
  • La prohibición o restricción de visitas a los centros residenciales, está provocando entre las personas cuidadoras mucha ansiedad y estrés, ya que a pesar de que, en la mayoría de los casos, están siendo informadas sobre el estado de su familiar y que se están tomando medidas telemáticas para poder verles, siente miedo y angustia por no poder estar con a la persona dependiente.
  • La prohibición de salir a dar un paseo puede parecer algo menos relevante, ya que todos y todas lo sufrimos y aguantamos la situación. En el caso de las personas dependientes, sobre todo cuando existe deterioro cognitivo o enfermedad mental, el hecho de no poder salir, pueden agravar las situaciones de agitación, aparecen estados incipientes de deterioro cognitivo, etc., de dichas personas por lo que en muchos casos la convivencia puede hacerse insostenible.
  • El miedo a que nuestros familiares más mayores enfermen por ser sujetos de riesgo, ha hecho que algunas personas, abandonen sus domicilios para acompañar y comprobar que esa persona mayor querida que vive sola no necesita nada. En otros muchos casos, estas personas mayores, se han trasladado y han sido acogidas en los domicilios de sus familiares o amistades para poder estar así cuidadas y acompañadas.
  • El confinamiento ha provocado o empeorado la situación de aislamiento de muchas personas, en su mayoría de edades avanzadas, que ya carecían de redes de apoyo con anterioridad. Desde los diferentes agentes sociales se está trabajando en esta línea por diferentes medios para intentar llegar a esas personas, a través de llamadas telefónicas interesándose por su estado o incluso, en los que casos que se valora necesarios, facilitando entre otras ayudas, un apoyo psicológico para ayudar a sobrellevar mejor esta situación.

Después de este paseo por una realidad diferente con los zapatos de otros héroes y heroínas, me gustaría acabar con la idea de que el confinamiento y la situación de alarma sanitaria, es una situación es temporal. Muy pronto, volveremos a nuestras rutinas y trabajos, a disponer de servicios ahora cancelados, a poder abrazar a nuestros seres queridos, a dar paseos por las calles, a salir con nuestras amistades y a disfrutar de encuentros familiares. Y será el momento de demostrar los aprendizajes adquiridos en este período, visibilizando, comprendiendo y apoyando a todos esos héroes y heroínas que durante este estado de confinamiento nos han ayudado a sobrevivir, a sonreír, a emocionarnos, etc.