Miradas
Fran Apecechea – Responsable de comunicación de Ateri

 

El Cabo de Hornos, al sur de Tierra del Fuego, ha sido considerado uno de los puntos de más complicada navegación para cualquier marino que se preciara. Atravesarlo indemne era equivalente a licenciarse en valor, audacia y fortuna. ¿Está el turismo ante su Cabo de Hornos particular?

Todas las organizaciones que nos movemos en el ámbito de los alojamientos, los servicios turísticos y hosteleros, vivimos la crisis originada por el COVID-19 con una mezcla de preocupaciónresponsabilidad e incertidumbre. No en vano, según proyecciones que van llegando por diferentes vías, nuestro sector se dispone a afrontar durante los próximos meses, quizá años, una crisis de dimensiones descomunales. Se llega a hablar de horizontes de recuperación de actividad que nos llevan hasta el 2022 y siguientes.

Además de nuestra lógica inquietud como ciudadanas partícipes de una sociedad como la nuestra que ve tambalearse, de repente, su pequeño mundo de frágiles certidumbres, sentimos preocupación por el futuro de nuestra actividad y misión, por los puestos de trabajo que están en peligro, por cómo afectará lo que estamos viviendo a nuestros hábitos y escala de necesidades y, por tanto, al valor que damos a los viajes y nuestro consumo de servicios hosteleros.

Sentimos la responsabilidad de garantizar, ante nuestros clientes y las personas que conforman nuestras organizaciones, su seguridad y salud. En el futuro, más que nunca, el diseño y la implementación de protocolos que aseguren que trabajamos y prestamos servicios en entornos protegidos, cobrarán especial relevancia.

Las personas que formamos parte de un equipo que tiene que tomar decisiones en plena tormenta, además, sentimos la responsabilidad de estar a la altura del reto de un proyecto ahora amenazado, con su historia detrás, en un momento de cambio profundo como este.

Vivimos la incertidumbre de no saber aún cuándo abriremos nuestros negocios con “normalidad”; de qué limitaciones desde el ámbito político, sanitario, educativo, turístico… condicionarán nuestra actividad; de cómo evolucionará la importancia que el turismo y los servicios hosteleros han tenido en nuestras vidas. ¿Viajaremos menos? ¿Saldremos menos a la calle? ¿Se impondrá nuestro deseo de volver cuanto antes a lo conocido? ¿Prevalecerán el miedo y la preocupación por la salud de nuestras familias y personas allegadas? Esas y otras incógnitas se irán despejando a medida que vayamos avanzando.

Y todo ello con algunas certezas nada halagüeñas por delante y que ya se están perfilando en el horizonte: crisis económica generalizadahundimiento del destino España de cara al cliente extranjero

 

En el caso de la red Ateri, la marca comercial bajo cuyo nombre presta sus servicios a la sociedad nuestra empresa de inserción sociolaboral SUSPERTU, integrada en EDE FUNDAZIOA, vivimos la crisis desde una doble perspectiva:

  • Por un lado, gestionando el presente desde la colaboración con instituciones como el Ayuntamiento de Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia, Diputación Foral de Gipuzkoa… en el acondicionamiento y gestión de instalaciones como alojamientos temporales de emergencia para colectivos desfavorecidos que lo necesitan.
  • Preparando el futuro e inmersos en un proceso de reelaboración de nuestras estrategias a corto, medio y largo plazo. Ahora que, afortunadamente, comienza a hablarse de desescalada, desconfinamiento y conceptos alentadores similares, la reflexión, el autoanálisis y la planificación, aunque luego la realidad nos lleve por otro lado y la capacidad de improvisación cuenten, deben acompañar nuestros pasos. En el próximo periodo no valdrá con salir al mercado con la misma caja de herramientas de siempre sino que tendremos que incorporar útiles y procedimientos nuevos, muchos de ellos aún por inventar.

Nuestro carácter de empresa de vocación y finalidad eminentemente social, y más en momentos de zozobra, nos obliga a estar muy atentos a cuestiones nada banales como el cuidado y respeto hacia nuestra misión: no todo vale, ni todo tiene el mismo valor. Conjugar la mirada, necesaria, hacia los números y sus exigencias, y hacia las personas y su bienestar, debe guiar nuestra actuación.

Desde aquí, un recuerdo y un abrazo para todos nuestros equipos. Residencia y Restaurante FaduraResidencia Mañarikua y AtxuriBBKTalent; Abegi; Trinkete Hostel y Trinkete TabernaBilbao Hostel y Área de autocaravanas de KobetamendiOlakueta EtxeaArrate y Sarria… Unas personas trabajando en su puesto habitual, otras desplazadas en apoyo de instalaciones que lo necesitan, aquellas trabajando desde casa y demasiadas afectadas por un ERTE que, provisionalmente, les ha alejado de su actividad laboral habitual… Todas ellas, con su profesionalidad, humanidad y compromiso con el proyecto, son las que nos hacen sentir confianza ante el Cabo de Hornos que nos espera. ¡Izad las velas!